Punk, Ternura, ABA y Féstival esdrújulo: La meta del socialismo bueno, cómodo.





| Por: Luis Orlando Ávila Hernández* |

Para quienes ven en el modelo medellinense o antioqueñicense, el baluarte de la existencia y el fin de la vida, esta nota de seguro no les acomodará ante su inequívoco placer del aceptar lo que sea, con tal de batir las palmas o del contar sin preguntar, las  cuentas de un rosario. 

La música en general, según esta visión del auge capitalista provincial, solo es posible si se data y se proscribe desde y solo de esa región, excluyente y vulgar remedo de un chovinismo sefardí – quimbayo.

La moda ochentera noventera del canto sicarial, aquella que los jesuitas y luego el corporativismo del sindicato antioqueño, nos vendieron como quintaesencia de la irreverencia, quedó solo en eso: en una moda.

Los fumones y los marihuanos con poder en el Ibagué y el Tolima, imitadores, más tarde dieron en revender la idea en estas provincias, que a eso se le denominaba modernidad.
Luego, lo que nos quedó y queda es la barbarie uribista, los partidos políticos y la canallada deshumanizante.

Sin embargo el socialismo bueno, cómodo y local que nos gobierna en Ibagué, financió con los dineros de todes este segundo fin de semana de agosto, al 2º Féstival (así le pronuncian, esdrújulo como todo lo chicanero) IBAGUÉ PUNK, en el Parque de la Música, secuestrado fortín de policías manzanas podridas y de jibaros empresarios.

Bien, que hagan todos los festivales, aquelarres, féstival esdrújulos, foforros o zaperocos que quieran.

La plata pública es para el público, así de sencillo.

El carnaval, la orgia, el sadomasoquismo, la exposición, el performance, la procesión, el viacrucis, la fe milenaria, es, para cada uno de nosotres, nuestro bacanal del encuentro, del ser, del volcarnos a creer y en últimas de la creencia en lo que sea.

Pero el 2º Féstival (así le pronuncian, esdrújulo como todo lo chicanero) IBAGUÉ PUNK, exigió a cada asistente, ¡¡una bolsa de comida para perro o gato!!

Como cuando el señor Lutero enfrentando a los Borgias (al Papa Nº 214 o Alejandro VI para ser exactos), que tenían por costumbre pedir miles de denarios a los creyentes para sus exculpaciones ante los atrios de sus catedrales góticas, llenas de abalorios, policías manzanas podridas y de jibaros empresarios, de entonces.

Y nada importa lo que hagan los punkeros medellinecenses o antioquiñicences, o sus patéticos émulos ibaguereños o tolimenses, o el socialismo cómodo que nos gobierna y les financió, con las toneladas de estrusados o alimentos balanceados para animales (ABA) que recogieron en este segundo fin de semana de agosto, como lo hacía con los diezmos Alejandro VI para su bellaco Dios, a la puerta de su catedral de arena y viento.

Es más, menos importa, si se los dan a algún Garfield hambriento o a los 101 dálmatas huyéndole a alguna versión medellinicense o antioqueñicense de la Cruela de Vil, o se los embuten a algún chandoso o apestoso gato o perro sintiente, para orgullo del lastimero punkero atiborrado de ternura marca Animal Planet, propiedad de la corporación Discovery Inc., cuyo lema o canto o pogo punkero le repite:“Introduciéndote hacia el nuevo líder global para el entretenimiento de la vida real”.     
     
Lo tenaz es la ternura de los dizque irreverentes punkeros y su recolecta socialista de alimentos ABA, para enriquecer aún más a las corporaciones, contra las cuales se supone, surgieron en rebeldía en 1970 en su canto nibelungo. (Historia de la subcultura Punk). 

Los ABA, o sea lo que los punkeros ibaguereños obligaron a su público a llevar por kilos, es esto:

En 2018, las exportaciones estadounidenses de productos alimenticios orientados hacia al consumidor en Colombia totalizaron US $ 655 millones, un crecimiento del 16% durante el mismo período en 2017 y otro nivel récord. Esto convierte a Colombia en el segundo mayor mercado de exportación de productos alimenticios gringos de consumo en América del Sur después de ChileColombia es ahora el mayor importador de alimentos procesados de USA en América del Sur, importando US $ 599.5 millones en 2018, un aumento significativo del 28% y otro nuevo récord histórico. Las principales exportaciones de alimentos procesados a Colombia en 2018, incluyen:
• Preparaciones alimenticias
• Grasas y aceites
• Productos lácteos procesados / preparados
• Carnes preparadas / en conserva
• Comida para perros y gatos
• Bebidas no alcohólicas
• Verduras procesadas y legumbres
• Chocolate y confitería.
• Meriendas

Para eso se ternuriza con el socialismo bueno, cómodo y a la par se dicta leyes para los sintientes a favor no de los animales domésticos, sino de sus propietarios ternurizados a punta, entre otros de Punk, al nuevo consumidor tierno, en una lógica del comprar y del aceptar, mientras se es políticamente correcto, claro frente a los gringos, sus amos.
Bien y como el socialismo bueno, cómodo como su par de la ultraderecha, buscan acabar con la producción campesina nacional a beneficio de los importadores de ABA, veamos lo que los punkeros esconden en su 2º Féstival (así le pronuncian, esdrújulo como todo lo chicanero) IBAGUÉ PUNK respecto lo que contiene un ABA:


Ni más ni menos el 80% del corazón de la industria agrícola gringa: 50,3 % de Maíz, 12,7 % de harina de soya, 12,6% de granos de destilería de maíz desecados con solubles (DDGs), el cual es el producto que se obtiene después de extraer el alcohol etílico a través de la fermentación de levaduras de un grano o una mezcla de granos condensando y secando un mínimo de tres cuartos de los residuos sólidos enteros que resultan a través de métodos utilizados en la industria destiladora de granos, es decir un secreto industrial gringo que jamás nos dejaran poseer.

Pero bueno entre pogo y pogo, los campesinos colombianos maiceros se van al hambre frente a las disfrazadas importaciones del ABA, recomprado y disfrazado de ternura, entre otros, en un concierto pagado punkero con dinero público local.

Y lo que es más miserable: el concierto y su ternura de recolecta de ABA, de los supuestos anti capitalismo punkero, a menos de 100 metros invisibilizó en su canturreo tierno de madrazo limpio medellinense y antioquiñicense a decenas de seres humanos tolimas que en la muy rentable olla del Parque de la Música, supuesto fortín de policías manzanas podridas, se hunden a diario en la enfermedad publica de la adicción, sin ayuda médica alguna, ante la mirada infame y ninguneadora de la casta de la Justicia (Palacio de Justicia), de la casta de la Cultura (Conservatorio de Música del Tolima), de la casta de la Fe ciega (Seminario Mayor del Catolicismo), de la casta de la Academia (Universidad del condenado paramilitar) y sobre todo de la casta socialista del turbayismo libanense que financia eventos punkeros para disfrazadamente comprarle a los gringos en desmedro de los maiceros locales.

La USAID, la agencia gringa que reparte dinero disfrazado de ayudas (que después nos va a cobrar al triple) entre uribistas y punkeros, sabe para dónde va: quebrar nuestros campesinos, idiotizar bajo ternura al más anarco, y gobernar con socialistas y fachos, sembrándonos la idea que un perro o un gato alimentado con sus ABA, es más importante que un ser humano, nuestro compatriota.  

(*) Ingeniero agrónomo, propietario de la ex Tienda Cultural La Guacharaca.