Salmón Urbano lamenta la muerte de Jairo Villanueva, músico de jazz de vital importancia en la construcción de la escena cultural de Ibagué y el Tolima. Desde nuestra trinchera informativa sentimos la pronta partida de Don Jairo y expresamos nuestras condolencias y apoyo inquebrantable a la familia Villanueva.
A Jairo se le recuerda por su recorrido artístico en grupos de Jazz y Pop Rock. Su gesta musical lo llevó a ser reconocido como uno de los mejores percusionistas de la ciudad y asimismo le ayudó a abrirse un camino alternativo en el territorio del bunde y el anisado.
A Jairo Villanueva se le conoció como baterista de La Onda Panamericana, orquesta con la cual realizó giras internacionales. Ya a finales de los ochentas, hizo parte de la resistencia musical como baterista acompañante de los grupos emergentes que intentaban seguir atizando la frágil llama cultural de Ibagué.
Jairo se destacó también por su acompañamiento musical en CocoPunch, bar de música en vivo, propiedad del músico Diego Mauricio Rodríguez “Moris”, ubicado en “El Triángulo” de la carrera 5 con calle 44. En este lugar, un grupo de amigos apasionados por la música, crea el primer cascarón organizativo de la agrupación musical “CocoPunch”. La banda estaba conformada, entre otras alineaciones, por Jairo Villanueva (batería), Jorge Guzmán Díaz (guitarra eléctrica), German Castellanos (guitarra acústica), Alberto Henker (bajista) y David Augusto Gómez (pianista).
"CocoPunch", quizás por el acto azaroso de la justicia poética, era un grupo de orígenes musicales diversos, como las frutas y alcoholes agregados a la bebida de la cual tomaron su nombre. La banda interpretaba versiones de Carole King (Pop, Soul), Whitney Houston (R&B, Soul, blues y góspel) Lionel Richie (Pop, R&B). En un principio, Jairo Villanueva asumió el rol de baterista principal, pero luego, buscando nuevos aires laborales, se retiró de la banda por su viaje a New York.
Jairo Villanueva retorna a la ciudad musical a principios del noventa. Aquí surge de nuevo con una iniciativa comercial y musical llamada “Arepas con Todo”, o como popularmente se conocía en la época, Arepas de la 42. En este local ambulante, continuo a la puerta de entrada de las piscinas olímpicas, no sólo preparaban deliciosas arepas para los vecinos, deportistas y transeúntes del sector, sino que, además cocinaban las novedosas propuestas de Jazz para los melómanos locales. La idea era llevar el sonido rebelde a nuestra aburrida ciudad, a través de una puesta en escena semanal de Jazz en vivo, al aire libre y gratuito, “El parche de Jazz”, lo llamaban algunos melenudos, cuya programación se puede considerar como antesala musical de los escenarios alternativos de la Ibagué noventera.
A don Jairo Villanueva también le debemos un hecho histórico de la música alternativa de Ibagué. Esta vez, quizás por efectos de contrarios, la otra sede de Arepas con Todo en la calle 37, un Café Bar que marcó la historia local por combinar comidas y músicas, además, de ser el sitio de referencia de los rockeros outsiders, se convirtió en el lugar indicado para la presentación inesperada de la banda de thrash metal Neurosis.
A finales de los noventas, en este Bar, atendido por el hijo del propietario y a veces por algún integrante de los Estertores del Metal, sin más publicidad que el voz a voz y tal vez una breve llamada al teléfono fijo, concurrieron una selecta gama de rockeros "criollos" quienes tuvieron la suerte de ver en vivo y en directo la presentación de una de las bandas legendarias pioneras del Metal en Colombia.
Por estas historias de músicos ibaguereños que, desde orillas y épocas distintas, recuerdan el rol de Don Jairo en la música local, por estos recuerdos imborrables de los gestores y músicos que son los verdaderos constructores del lado B de la Ciudad Musical, es que decimos Hasta siempre, Don Jairo, a vos te debemos los primeros escarceos jazzísticos y rockeros en el Tolima.
0 Comentarios