Del mismo palo, la astilla que aprieta: Barretismo y los sub acabaron con la casa LGTIBQ de la Pola


Desaparecieron la Casa LGTIBQ del barrio La Pola, creada en la alcaldía del señor Jaramillo: un espacio para la discusión y defensa de los derechos de una de las minorías de la ciudad y del Tolima,

| Por: Luis Orlando Ávila Hernández* |

Era cuestión de días, cerrar la primera y única casa LGTBIQ de Ibagué en el barrio la Pola. La mariconeria de tradición y del partido de los gremios, en nada aceptará a los gais, lesbianas, transgeneros, identatarias y queer de los barrios del sur, del Jardín Santander, de la Plaza Bolívar, del parque Galarza, del trabajo sexual.

Para elles, solo la tradición de los Caregancho, de los Quintero ganaderos de toros de lidia, de la familia Pinto cafetera, de los exgerentes de banco hoy notarios, de los coroneles y soldados hoy políticos, de la familia Centro Democrática Ferro-Restrepo, incluso de la misma exalcaldesa plenipotenciaria llegando hasta la casta de los de agro insumos del cañón del Combeima.

Pero nada que huela a inclusión. Incluso si se es marica y de familia política.

Entre curas y pastores, generales y coroneles, con sociedad o con anillo, tanta democracia es demasía.

Así les ven. Así nos ven.

El presunto ingeniero sub alcalde y el constatado ex policía sub gobernador, ambos indiciados, siguen el libreto homófobo, transfóbo, lesbófobo de la casta mariconera del poder en el Tolima.

Oscar Wilde acertaba en reconocerles hace más de 100 años: “hablan de mí, pero no recuerdo haberles nunca hecho un favor”.

La mariconeria del poder, del partido de los gremios, de los fachos ganaderos y terratenientes del Tolima y de los advenedizos del frisol del champús del suero costeño, siempre verán en los demás, el alter ego de lo que no pudieron, de lo que no erotizaron, por andar capitalizando: desde falos gratuitos o mal pagos hasta acciones de empresas públicas las cuales robarse.

Por eso la sinonimia entre maricones con poder y fachos de motosierra.

De hecho la motosierra es una extensión imaginaria fálica, que destruye, que penetra.

En esencia los poderes así cimentados, son sin más una libido a lo que no se pudo en años de closet y quizá de violación familiar.

Como aquel viejo docente de la UT, aún vigente, que décadas atrás, en plena matanza del Baile Rojo, esgrimía (advertía a tiempo) en entrevista en unos de los primeros números de la Revista de la Facultad de Agronomía, que no era marxista sino marxólogo.

Y hoy anda cual reina en desuso, sin marxismo y sin juventud, pero eso sí de-cons (des)truyendo estudiantes, con su marxismo de zapatilla Nike y peluquín.

Así son.

Por eso Hugo Ruiz Rojas, les delataba con el solo tomar cerveza, increpándoles con ello la cacorreria-mariconeria de closet de gremios y la sin salida de su inútil existencia: sin fornicar, ansiando, pudiendo.

Los sub, el presunto ingeniero y el constatado ex policía, ambos indiciados, cumplen así con lo mandado: cerrar el espejo abierto por primera vez en Ibagué por el libanense y que delata la tara propia, quizá de la totalidad de la elite gobernante y politiquera en Ibagué y el Tolima.

El orgasmo gay, lesbianico, trans tiene algo de revolucionario: increpa eyaculando.

De ahí la diferencia entre marica y gay.

Los primeros son cuñas que aprietan, al mismo palo.

Los segundos desgobernando, exigen derechos, mientras fornican, sonrientes, cerveza y falo en mano.

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(*) Ingeniero agrónomo Expropietario de la Tienda Cultural La Guacharaca. Editorial aparecido en el Blog Colectivo Perrotrespatas 13/01/2020.