La compra de votos en Colombia, los impuestos y Claudia López


| Por: Gearóid Ó Loingsigh* |

Se estalló otro escándalo de compra de votos en Colombia, involucrando de nuevo al partido Centro Democrático.  No es la primera vez que gente de ese partido se ha visto involucrado en escándalos de esta naturaleza y tampoco son los únicos.  En la campaña electoral del 2010, Petro alegó que otros candidatos se habían gastado más de 2.000 millones en la compra de votos en Bogotá, tamal y billete a cambio de un voto ya son parte del folklore colombiano.

La compra de votos en Colombia existe de varias formas y algunas no solo son legales, sino institucionales, lo hace tanto la izquierda como la derecha.  Hace poco se hizo viral un video donde la Alcalde de Bogotá, Claudia López regañó, injustamente, a un dirigente estudiantil prácticamente tildándolo de ser el líder de los encapuchados.  En medio de su diatriba dijo que los ciudadanos no pagan impuestos para que los estudiantes dañen edificios, ni ataquen a las fuerzas del Estado.  No sé si los ciudadanos voluntariamente pagan impuestos, pues sabemos que el presidente del país no paga impuestos ni voluntaria ni involuntariamente, pero los impuestos sí son recaudados y se gastan legalmente en la compra de votos y eso lo hace Claudia López también.

En cada campaña electoral participan personas que por su liderazgo, fama y capacidades entre otros dones, captan muchos votos.  Saben movilizar el voto, y luego de la votación, van y dicen al candidato; "vea, le puse tantos votos, ahora vengo por lo mío".  Lo de ellos no es nada tan sencillo como los tamales, sino un puesto de trabajo o un contrato jugoso con alguna entidad del Estado.  Es normal que los políticos nombren a su equipo de asesores, pero en Colombia, hasta la recepcionista de una oficina menor, puede ser nombrada para pagar un favor político. Es tan normal que cuando Peñalosa ganó las elecciones para la Alcaldía de Bogotá circulaban en redes memes aludiendo a como los computadores de la Alcaldía colapsaban la página de www.elempleo.com, pues salían todos los nombrados de los gobiernos anteriores de la izquierda para ser reemplazados por personas nombradas por Peñalosa, como seguramente también pasó ahora con la nueva Alcalde.  Esos puestos de trabajo se pagan con los impuestos, pero se reparten como favores políticos.  Quien ayuda al candidato exitoso recibe su puesto de trabajo, o de pronto algún familiar de ellos.  Se nombran a los amantes, hijos de amantes, amigos y los amigos y amantes de los amigos.  En otra parte del mundo eso se llamaría corrupción, pero en Colombia es la compra de votos normalizada.  La izquierda nunca se opuso a ese sistema, nunca peleó por una planta profesionalizada al 100%.  ¿Qué sentido puede haber o necesidad técnica para que la recepcionista de una oficina sea una nombrada política?  Ninguna, más allá de la compra de votos y el pago de favores.

Eso no solo ocurre en las alcaldías del país, sino también ocurre hasta en las Unidades de Trabajo Legislativo (UTL) de los diputados y senadores.  Claro las UTL requieren gente con capacidades técnicas y que sean afines al político en términos ideológicos, pero todos sabemos que también hay personas nombradas como favores políticos a quien abusa de su posición como dirigente social para movilizar a la gente a votar por un determinado político.  Sabemos todos, que por las UTL, incluyendo las de la izquierda, ha pasado gente muy capaz que comparte la ideología del político, y también ha pasado cada bobo, cabeza hueca más interesado en la telenovela o el siguiente partido de fútbol que las políticas públicas y la legislación del país.

Esa compra de votos es legal, normal y lo hacen todos.  Está bien criticar a las campañas electorales de Uribe, Santos y demás por la compra de votos, pero ningún político colombiano, sin excepción, tiene autoridad moral en la materia.  Algunos, igual que la derecha compran votos de forma ilegal y otros de forma legal, pero todos compran votos.

En eso se gastan los impuestos sra. Claudia López, y prefiero que se gasten en arreglar los daños causados en un tropel de estudiantes que en llenar los bolsillos de ineptos como pago por los votos que consiguieron para los candidatos.


(*) Para réplicas y contra replicas: goloing@gmail.com