| Por: Luis Orlando Ávila Hernández* |
Con suspicacia autoritaria (lo de elles), la derecha tolimense al mando y la prensa que les sostiene, han dado en replicarnos a diario, desde el 1 de enero, que el señor Andrés Hurtado, no es el Alcalde, sino el Ingeniero, en un intento por sembrar las ideas de sumisión que se le inculcaban hace solo décadas a los niñes y jóvenes campesinos: el patrón o el Don no solo es el patrón, es la gracia de Dios en sí mismo.
De esta manera logran dos cosas: una, la reverencia y dos, la distancia respecto del privilegiado señor Hurtado, Alcalde.
La Ingeniería que le pregonan al señor Hurtado, Alcalde, no tiene origen conocido dado que cualquiera que haya recibido formación matemática desde la escuela (o en su hogar en el caso de miles de autodidactas) y luego ampliada en la formación profesional, no hubiera actuado de la forma que lo hace el Alcalde con mote de Ingeniero: a una semana de gobernar, dice sin sonrojo alguno, que no cumplirá con lo que se supone que en su sesudo cerebro matemático, presuntamente le desgastó horas y horas de planeación (cálculo y diseño) para su programa de gobierno (el cual hasta hoy, está como su origen calculista: invisible).
Dirán que el señor Hurtado, Alcalde, está preparado en la civil, o en la mecánica, o en la mecatrónica o bueno sin llegar tan alto, en la industrial.
Bien, reciente está el fiasco de la derecha uribista con uno de sus primeros directores de INVIAS hoy INCO, el cual no solo no sumó ni restó un solo número en su escuela, sino que además se dio en falsificar los títulos profesionales que le daban patente de corso para aquello que ni con una calculadora CADIO del contrabando chino, podía calcular.
Ni hablar del hoy Ministro de Vivienda, yerno del congratulado empresario por el pasado director de Cortolima para destruir a la cuenca del Totare, que falsificó su tesis doctoral, según lo constató la misma universidad europea, en la que orondo se jactaba de sus invisibles adelantos matemáticos.
Mas lo que menos importa es si el señor Hurtado, Alcalde, sabe sumar, restar, modelar ecuaciones estructurales o simplemente pensar con el raciocinio que da la abstracción numérica (al decir de mí respetado profesor de la UT, Álvaro Calderón: el único dios que existe).
Lo relevante, es la lógica de aura reverenciadora que la derecha tolimense quiere imponernos: al fracasar con un abogado, Alcalde, que resultó en la cárcel por destruir la lúdica deportiva del Ibagué y robarse los recursos de su reconstrucción, hoy se la juega con un diletante, que tieso y majo, no sabe aún para que estos lo encumbraron como Alcalde.
La derecha, en cambio, si lo sabe y por ello el partido de los gremios y de la justicia, ya echó sus cartas marcadas, que quizá con ingeniería o sin ella, el señor Hurtado termine en la cárcel traicionado por sus mismos mentores, frente a los cuales el señor Hurtado, lo mismo que lo fue el abogado Luis H, solo son números para restar, mientras suman dineros del erario público para sus familias y sus queridos.
Leonardo da Vinci, era conocido por papas, mujeres y efebos amantes de éstos, sencillamente como Leonardo, sin jactarse nunca de ser pintor, dibujante, escultor, arquitecto y obviamente ingeniero.
Mario Bros, es un juego que desde 1983, caricaturiza cierta ingeniería a lo gringo estilo Diver City, donde Mario es retratado como un fontanero italoamericano que, junto con su hermano Luigi, tiene que derrotar a las criaturas que vienen de las alcantarillas. La jugabilidad se centra en Mario y Luigi exterminando a las criaturas, volteándolas sobre sus espaldas y pateándolas. Solo quien se vuelve adicto, quizá pudiera reconocer en el disfraz de ingeniero de Mario y Luigi, a un ingeniero, que en realidad no importa mucho a la hora de patear criaturas por la espalda.
El señor Hurtado, Alcalde, que la derecha y la prensa tolimense le atinaron con su mote, deberá ingeniarse (claro, si los tiempos procesales le dejan o en su defecto, el partido de los gremios y la justicia juega a su favor), entre muchas otras cosas, respecto de lo que tan solo ayer dijo apocalípticamente la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva (Diario The Guardian, 17/01/2020), y que deberá preocupar en el corto plazo a ciudades como Ibagué pertenecientes a países como Colombia que dependen hasta en su forma de persignarse de los USA y de las lisonjas de la USAID: “Si tuviera que identificar un tema al comienzo de la nueva década, este sería el aumento de la incertidumbre”.
Ni más ni menos, que la señora advertía en su discurso en el Instituto Peterson de Economía Internacional en Washington, que en una nueva investigación del FMI, se compara a la economía actual mundial con los “rugientes años 20” que culminaron en el gran colapso del mercado de 1929, revelando además que una tendencia similar, ya está en marcha.
Así que al señor Hurtado, Alcalde, en su ingenio, en estos cuatro años, deberá llevar a Ibagué y a su abismal desigualdad y pobreza (auspiciada gracias a sus mentores de derecha que gobernaron para sus familias y queridos) a un buen puerto que no sea el de las economías naranja ni menos nada que ver con los gringos, pues se viene una nueva DEPRESIÓN MUNDIAL, así en mayúscula.
El partido de los gremios sabe de estos vaticinios y por eso, con la derecha tolimense al mando, sus registradoras ya no contaran los dineros de su ficticia “competitividad”, sino los dineros públicos que a manos llenas vienen recibiendo sin ton ni son con alcalde abogado en la cárcel o probablemente con alcalde sucesor de alcalde ingeniero en la cárcel.
Señor Hurtado, en su eventual larga alcaldía ¿Quiere ser un Leonardo o prefiere continuar saltando y pateando como un Mario Bros, al servicio del partido de los gremios y de la justicia?
Las horas se acortan para la inexorable pobreza económica mundial, virtud excelsa del capitalismo y sus ingenieros que patean criaturas por la espalda.
El reloj apura.
(*) Ingeniero agrónomo, Propietario de la extienda cultural La Guacharaca.
Nota editorial aparecida en el Blog Colectivo Perrotrespatas, 17/01/2020
