Señor Jaramillo ¡Gracias a nombre de los nadies y ninguneados de Ibagué!


| Por: Luis Orlando Ávila Hernández** |

Ahora que la godarria instituida del partido de los gremios y de la justicia y la proxeneta prensa ibaguereña, afilan sus teclados, togas y micrófonos para “criminalizar” la alcaldía que termina del señor Jaramillo, es justo agradecer al libanense hijo de turbayista, por lo que hizo por los nadies y los ninguneados – y porque no criminalizados por pobres, por la misma proxeneta – de Ibagué y sus 144 veredas.

La Chata*, una de las cientos de jóvenes mujeres trans que ejercían la prostitución en medio de abusos y torturas policiales (en su “natural” homofobia y transfobia) por las calles céntricas de Ibagué, única opción de ingresos laborales como elección brindada durante años por las alcaldías de los trillizos del hampa de lo público y su simiente de la godarría que desde la señora Cruz, hoy jactanciosos, sientan reales a sus anchas, el señor Jaramillo y sus hípsters y sus equívocos, le dio a elle y otres como elle,  la opción de un trabajo digno y público en una de las obras que tuvo en estos cuatro años a media godarría hoy institucionalizada, con sus pelos de punta: La revolucionaria Casa LGTBIQ del barrio La Pola.

¡Gracias señor Jaramillo, por les LGTBIQ al visibilizarles y empoderarles!

Don José*, campesino ibaguereño quién en un combate (idos por tres años) entre FFMM y la antigua Guerrilla en la vereda María Combeima, dentro de su finca en aparcería perdiera sus cultivos y una pierna de uno de sus hijos, en razón a que por años ni siquiera en la inspección de Llanitos la triada de alcaldías liberal-conservadora- de la U-CR con su simiente en el hoy envalentonado partido de los gremios, pudo tan siquiera llevarles al menos un promotor de salud, el señor Jaramillo y sus hípsters y sus equívocos, le dieron a los, les y las campesinas de  las 144 veredas sus puestos de salud con médicos y enfermeros de verdad y permanentes en contravía del cartel de clínicas y médicos privados que ademas de cerrarlos y de ser alcaldes, volvieron los recursos de la salud pública municipal, en un lucrativo negocio para sus propiedades en las Victorias, el Vergel o hasta en el mismo Istmo de Panamá.

¡Gracias señor Jaramillo, por la salud para el campesinado ibaguereño!

Aldinever y Emilsen*, son una de decenas de miles de parejas jóvenes y en pobreza extrema que luchando contra la enfermedad pública de la adicción a las PSA, recorren a diario las calles ibaguereñas vendiendo arepas con queso y asadura para sobrevivir con menos del dólar diario para su manutención que partidos como el Liberal, el Verde, el Conservador, el temible CR, su versión de horror, el CD y el amanuense de todos estos, el de la U, entre otros, han parlamentado para que el Gini en el Tolima y su capital nunca baje de su sitial del 0,52, el señor Jaramillo y sus hipsters y sus equívocos, le dieron sus bicicletas públicas y gratuitas para asistir a sus citas médicas, a sus citas de control para el manejo de la adicción y para lo que es mas importante, recrearse saludablemente.

¡Gracias señor Jaramillo, por las bicicletas públicas para la salud de las parejas de jóvenes mas pobres que luchan a diario por salir de la enfermedad pública de la adicción!

John y Andrés*, son una de muches artistas afro y parejas gay de adolescentes ibaguereños que viviendo en el epicentro cultural del barrio El Salado o de la Ciudadela Simón Bólivar o del barrio 20 de Julio o del barrio Ricaurte, sobreviven haciendo arte como su afrenta épica a la politica policial de seguridad nacional de reventarles sus ojos con las armas del Estado, las mismas que debieran protegerles, el señor Jaramillo y sus hípsters y sus equívocos, les dieron sus decenas de parques biosaludables y les dieron las varias hermosas rutas lúdicas (arte y salud pública gratuita) como la ya existente entre los barrios Ricaurte, Kennedy, Galán, Murillo Toro y Galarza que les incrementaron su sentido de pertenencia, su  calidad de vida como seres humanos y el plus a las viviendas de sus familias de escasos recursos.

¡Gracias señor Jaramillo, por el arte y la salud física de las, les y los jovenes artistas de la ciudad ocultos gracias a la acción del partido de los gremios y sus saltimbanquis que se hicieron de nuevo al poder de la ciudad!

Serían muchos los agradecimientos como estos, si no hubiera reculado ante la  plutocracia terrateniente ibaguereña y exógena, que desde su partido de los gremios en mas de 90 años de industria (comerciante, molinera y cafetera) no han colocado un solo columpio gratuito para todes, ni siquiera en esos ghettos urbanísticos que por años construyeron para que sus empleados no respiraran la ciudad, como si la respiran y con qué libertad la Chata, don José, Aldiver y Emilsen junto a Jhon y Andrés y los cientos de miles como elles que en la Ibagué, a diario recitan al bello Cholo Cesar Vallejo:

…Hablan como les vienen las palabras,
cambian ideas bebiendo
orden sacerdotal de una botella;
cambian también ideas tras de un árbol, parlando
de escrituras privadas, de la luna menguante
y de los ríos públicos! (Inmenso! Inmenso! Inmenso!)…
… agitando sus faltas en forma de antiguas calaveras,
levantan sus defectos capitales con cintas,
su mansedumbre y sus
vasos sanguíneos, tristes, de jueces colorados…

(“Gleba”, del libro «Poemas 1923-1938 – III Poemas sin fecha»
Recogido en: «Cesar Vallejo Poesías completas»
Ed. Visor – Colección Poesía 2008©
ISBN: 978-84-9895-002-1).

Fotografía: 61565032_341576739883757_5664981281247592448_oArtista callejero “Pescue” laborando, imagen tomada del facebook de la I.E. San Luis Gonzaga del Barrio Nacional en Ibagué, 25/05/2019

(*) Nombres cambiados por obvias razones de seguridad, en un estado policivo.

(**) Ingeniero agrónomo, propietario de la extienda cultural La Guacharaca.