“Más descuadernada la ciudad de lo que yo me imaginaba”: Alcalde, Ibagué



|Por Nelson Lombana Silva|

El médico Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, alcalde popular de la ciudad de Ibagué (Tolima), participó activamente de la vistosa y combativa marcha de los trabajadores de principio a fin. Acompañado de su mascota, el mandatario compartió con los trabajadores la jornada de protesta realizada por las principales calles de la ciudad musical de Colombia, el día inmediatamente anterior para recordar la memoria de los mártires de Chicago. Caminó al lado de obreros, estudiantes, campesinas, indígenas, docentes, periodistas, transportadores, celadores, etc.

Según sus declaraciones, el médico se siente también trabajador. Por eso acompañó la protesta. Además, tiene la utópica idea que es posible conciliar entre el capital y el trabajo. Sería como mezclar el agua con el petróleo.

Acerca de su administración, el doctor Jaramillo dijo que había recibido la ciudad más descuadernada que lo que él mismo se imaginaba en campaña. Información fue borrada de los computadores, archivos desaparecidos. Todos los contratos que ha tenido la oportunidad de revisar les ha encontrado graves anomalías.

Señaló que la administración municipal se manejaría con 800 o 900 empleados, pero tiene escasamente 406, lo cual implica una dificultad para cumplir cabalmente con sus funciones.

En torno al proceso de paz dijo que ya es hora que haya una firma que ponga fin al conflicto armado que ha vivido el país que tanto daño le ha generado al pueblo en su conjunto. “Es una obligación que tenemos todos de luchar por la paz en Colombia”, señaló.

La página web: www.pacocol.org habló brevemente con el alcalde durante el desfile del primero de mayo:

- Doctor Jaramillo, ¿Qué significa para usted el primero de mayo?

Bueno, a la gente se le olvida que todos somos trabajadores, los que no tenemos capital para vivir de él, somos trabajadores. Inclusive, los que creen que tienen algo, tienen que estar trabajando todos los días para poderlo obtener.

Con mi presencia lo que quiero decir es que yo respaldo el trabajo como esencia de lo que representa la riqueza en cualquier nación. Nación que no trabaje, pues nación que desafortunadamente no se va a poder desarrollar. Eso es lo que nosotros tenemos que entender. Cómo hacemos combatible el capital con el trabajo. Yo viví siete años y medio en Suecia. Allá, todos los años el capital se sienta con el trabajo a decidir sobre el futuro de la nación y logran acuerdos claros y definidos.

En Colombia, desafortunadamente, todavía nunca ha gobernado la clase trabajadora, siempre ha sido la pequeña burguesía y la burguesía las que han gobernado la nación. Y desafortunadamente, nunca se han sentado verdaderamente esa burguesía o esa pequeña burguesía a dirimir con la clase trabajadora los gravísimos problemas que hay en materia de educación, en materia de vivienda, en materia de salud, en materia del mismo trabajo, que una nación como esta o por ejemplo, Ibagué, que tiene el 60 por ciento del trabajo informal o que tiene una tasa casi del 17 por ciento de desempleo, pues son situaciones en las cuales hay que sentarse tanto con el capital como el trabajo a definir, cómo vamos a sacar adelante, tanto la ciudad como el departamento, como la nación. Eso no lo hemos hecho. Es hora que eso sea un pacto entre el capital y el trabajo para poder sacar adelante a Colombia.

- ¿Cómo va el proceso de reorganización de la administración municipal? ¿Es más complicado ahora que está en la administración?

He encontrado mucho más grave de lo que yo creía la ciudad. Descuadernada totalmente. Una administración que desafortunadamente durante todos los años se basó en tener órdenes de prestación de servicios, no se profesionalizó a los trabajadores, no se les dio la posibilidad de que tuvieran el número necesario. Yo creo que por lo menos, en este caso entre 800 o 900 empleados son los necesarios para mínimo, hacer que la administración funcione, en estos momentos solo hay apenas 406 trabajadores y empleados.

Además, encuentra uno que borraron los computadores, se perdieron los archivos, no aparecen los contratos, toda la información se fue; las capacitaciones se dieron a las personas de órdenes de prestación de servicios.

Entra uno como a querer reconstruir administrativamente como a reconstruir una ciudad. Y fuera de eso, pues, con todos y cada uno de los problemas, no hay un solo contrato (óigase bien), no hay un solo contrato que yo no haya encontrado que tenga graves irregularidades. La verdad yo no creí que fuera a encontrar esta ciudad tan mal, como realmente nos la han entregado.

-  ¿Tiene el equipo ideal para enfrentar esta gran contingencia?

Pues yo estoy trabajando. Aquí a veces critican dizque porque hay personas jóvenes que no tienen experiencia, pero yo prefiero tener gente joven con buenas hojas de vida, interesadas en trabajar arduamente en favor de la administración, de una forma transparente y honorable y no tener unos expertos mañana, lo único que han aprendido son mañas en diferentes administraciones.

- El proceso de paz de la Habana al parecer entra en su recta final. ¿Qué concepto le merece?

Esperábamos que fuera en marzo, tampoco en abril, creo que ya es hora que nos den a nosotros la posibilidad de terminar con este conflicto armado que no nos ha traído sino graves problemas. Es una obligación que tenemos todos los colombianos de luchar por la paz.

- Finalmente, la consulta popular ambiental. ¿Cómo va la actividad?

En espera de una decisión oficial de parte del Tribunal. Esperamos que sea afirmativa para iniciar en corto tiempo de un mes, cuatro semanas, una campaña que nos permita demostrarle al país entero que aquí en Ibagué no queremos megaminería. Que nosotros queremos el agua por encima de cualquier cosa.

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