Para Janna Jihad Ayyad, la pequeña palestina que desde sus siete años documenta las agresiones que día a día comete el régimen israelí contra el pueblo palestino, las cámaras son armas más fuertes que las pistolas porque le permiten enviar el mensaje de Palestina al mundo y mostrar lo que Israel pone en marcha para obligarlos a dejar sus tierras.
Los vídeos que graba con el celular de su madre mientras caminan por Cisjordania, Jerusalén, Hebrón, Nablus y Jordán, muestran la ocupación, los abusos de los soldados, la presencia constante de cañones, policías y puestos de control, pero también las acciones de resistencia, en las que participan niños y niñas de su misma edad.
Nawal Tamini, madre de la menor, asegura estar orgullosa de su hija, de que comparta con el mundo sus miedos y esperanzas, así como los problemas a los que se enfrenta para ir a la escuela. La llenan de temor los continuos ataques que perpetúa el Ejército israelí contra su vivienda, "en medio de la noche lanza gases lacrimógenos a nuestra casa".
La muerte de su primo, Mustafa Tamimi y de su tío, Rushdie Tamimi, fue lo que animó a la pequeña Janna a documentar todo lo que sucedía en la aldea Nabi Saleh de Cisjordania. El primero fue asesinado por un bote de gas lacrimógeno y Rushdie fue fatalmente baleado en su riñón.
Otra de las inspiraciones de Janna fue su tío Bilal Tamimi, que a través de fotografías ha documentado la violencia de los soldados israelíes, y quien afirma que el activismo de la niña tiene que ver con la enseñanza que han compartido entre su familia, de no aceptar la humillación, no ser cobardes, no quedarse en silenció y luchar por la libertad.
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