La “estrategia” de Rudolf Hommes y Juanita León


Por Alberto Pinzón Sánchez

Con el título “cambio de estrategia”, el economista Rudolf Hommes, uno de los más importantes varones del neo-liberalismo en Colombia, escribió una opinión en El Tiempo. 10.04.2016 (1), muy importante de leer y con detenimiento, no solo por venir de quien viene y en donde se escribe, sino porque el antiguo asesor económico y financiero y “empalmador” de la campaña del 2001 de Uribe Vélez, finalmente deja ver el trasfondo de otra contradicción entre las dos fracciones de la Oligarquía Contrainsurgente colombiana (Santos-Uribe), sacada a flote con el paro armado de los Narco-Para Militares y la marcha Uribista del dos de abril pasado que, finalmente ha llegado al seno de las FFMM colombianas en sus dos estructuras: Ejército y Policía.

Hommes en su lenguaje característico de propietario, escribe lo siguiente:  .…” Muy oportuna la noticia de que el Ejército está rediseñando su estrategia y que el Gobierno ha decidido que asuma responsabilidad sobre la seguridad pública y la seguridad y convivencia ciudadanas, que hasta la fecha han sido primordialmente dominio de la Policía” ….

Y a continuación citando al coronel Pedro Javier Rojas, agrega que …” el Ejército de Colombia que no tiene en cuenta sino la parte externa, como si se tratara de un país en el que no hay conflicto interno y en el cual organizaciones irregulares armadas herederas del paramilitarismo o brazos armados del narcotráfico no se han tomado regiones enteras donde imperan el terror y la arbitrariedad y el Estado colombiano no ejerce plena soberanía. Son zonas ocupadas por fuerzas hostiles que deben ser desalojadas y ocupadas por la Fuerza Pública, preferiblemente por el Ejército, ojalá renovado y libre de cargas.

…..Si no lo hace, se invita al siguiente grupo de matones armados a que aparezca y nunca se va a cumplir con el artículo 217 de la Constitución ni podrá el Ejército defender la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y menos la vida, honra, bienes y demás derechos y libertades de todos los colombianos”.

Replicando este razonamiento, pero llamado “pulso” a la estrategia de Hommes, Juanita León escribe en su portal otro artículo (11.04.2016) donde según los “Spinn Doctors” por ella consultados, da cinco razones por las cuales las Bacrim le ganan el pulso a Santos (2), enumerándolas así:

1-“No hay una política de Estado contra las bandas criminales
…..Quizás lo que más ejemplifica la ausencia de una verdadera política de Estado contra las Bacrim es lo que ha pasado con los bombardeos. Al interior del gobierno existió durante años una división entre el Comisionado de Paz Sergio Jaramillo, que consideraba que las Bacrim deberían combatirse mediante una política criminal con la Policía a la cabeza y el entonces ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, que consideraba que dado el armamento y su tamaño deberían ser combatidos como grupo armado por parte del Ejército. El presidente era partidario de la primera visión. Pero pocas semanas después de asumir como Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas ordenó bombardear a las Bacrim en el Chocó.

….Mediante la directiva 003 de 2015, el Fiscal Montealegre estableció que era consistente con el Derecho Internacional Humanitario que la Fuerza Pública utilizara fuerza letal contra estos grupos, pero la decisión política de si era estratégico hacerlo siguió sin tomarse. Recientemente, según supo La Silla, el Presidente decidió no bombardearlos, pero es un tema sobre el que la Policía y el Ejército siguen sin ponerse de acuerdo entre sí.

2- El foco está en las organizaciones criminales y no en garantizar la seguridad de los territorios….
….Desde que Santos asumió su mandato, todas las bandas criminales han sido decapitadas. Algunas dos y tres veces. No queda ninguno de los jefes originales. Se han capturado más miembros de estas bandas que todos los paramilitares que se desmovilizaron, cinco veces el número de guerrilleros de las Farc, Pero si se comparan las cifras de Bacrim de 2007 y el conteo del año pasado es el mismo número.

3-Hay una desconexión con la justicia
….Como explicó ayer el Fiscal General encargado Jorge Perdomo, la Fiscalía tiene el récord de más de 10 mil imputaciones en grandes organizaciones delincuenciales y 7 mil sentencias condenatorias….con el agravante de que como no existe un verdadero sistema de información entre la Fiscalía, la Policía y el Inpec, no hay tampoco una estrategia para evitar que los internos de las bandas criminales queden recluidos juntos con los de sus estructuras criminales con lo cual en no pocas ocasiones termina siendo la maestría completa.

4-No se combate en serio la corrupción provocada por las bandas
…..En su entrevista de este domingo, el Fiscal General (e) Perdomo decía que “la inmensa capacidad que tienen para corromper y permear la Fuerza Pública en las regiones” es lo que explica en parte el poder del Clan Úsuga. Más de 150 integrantes de la Fuerza Pública e, incluso, miembros del CTI, fiscales y jueces han resultado detenidos en el último año por colaborar con estos grupos.

5-No se altera la economía ilegal
…..Más allá de los operativos y las capturas, en las zonas donde operan las bandas la economía criminal está tan consolidada que la desarticulación de una Bacrim y la dada de baja de un jefe hacen muy poca diferencia porque mientras el negocio sea boyante aparece rápidamente un sucesor”……

Para finalmente verter el veneno que, por supuesto no es de ella y que como no puede comprobar, hábilmente le traspasa al “experto” envenenador de apellido Garzón:

…..”Y más allá de la retórica y la indignación de los jefes guerrilleros de las Farc en la Habana frente al accionar de estas bandas neoparamilitares, la realidad en el terreno es que en no pocas ocasiones trabajan de la mano. “Cada vez es menos frecuente la disputa entre estructuras de las FARC y facciones locales del crimen organizado, lo cual, en cierta medida, refleja el proceso de consolidación de las economías criminales”, escribe en un texto el investigador Juan Carlos Garzón.

….Por ejemplo, las Farc controlan los cultivos de coca, mientras que las bandas la procesan y comercializan. En el Catatumbo, las FARC compran la hoja de coca y se encargan de convertirla en pasta base, que luego se la venden al EPL. Esta guerrilla la cristaliza en sus laboratorios y la vende ya sea directamente en la frontera con Venezuela o a las Bacrim para que la distribuyan en Colombia. Guerrilla y Bacrim también controlan los puntos de entrada de la gasolina de contrabando para procesar la coca”.

Tres elementos salen a la luz en esta polémica: UNO: Que la carencia no  es de una “estrategia” gubernamental bien sea jurídica, o administrativa, o Militar pues la Policía de Colombia pertenece al Ejército; sino la carencia de una real “voluntad política” por parte de la Oligarquía Contrainsurgente (en sus dos fracciones) para desmontar el monstruo Narco-Para-Militar creado por ella hace décadas, y lo peor de todo, disculpándose de manera retórica con las 5 razones que da la jefa de la Silla Vacía.

DOS; lo que sutilmente chipotea Hommes sin querer queriendo cuando dice que (sic) “Son zonas ocupadas por fuerzas hostiles que deben ser desalojadas y ocupadas por la Fuerza Pública, preferiblemente por el Ejército, ojalá renovado y libre de cargas”.

Ojo a esto último: “Renovado y libre de cargas”. Es decir que por más neoliberal convicto y confeso que sea no pudo desconocer lo que la León si desconoce: la historia real de la contra-insurgencia y el surgimiento de los Narco-Para-Militares actuales (tres personas distintas y un solo dios verdadero) los que muy glamurosa ella, denomina neo-paramilitares.

Y tres, que no es un problema entre Ejército y Policías, pues como todo el mundo sabe, la Policía en Colombia es un apéndice del Ejercito y depende tanto administrativa como operacionalmente del Ministro de Defensa.

Así. Con amigos agazapados de la paz como estos ¿para qué enemigos declarados y en paro?

Notas


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