COMUNICADO ABIERTO Y A LA MESA SOCIAL NACIONAL POR LA PAZ



Compañeras y compañeros, integrantes y trabajador@s por la construcción del esfuerzo Mesa Social para la Paz.

Cordial saludo.

Con gran tristeza recibimos las palabras escritas por algunos de nuestros amigos, deslegitimando nuestra presencia en el esfuerzo colectivo “Mesa social nacional por la paz”, un espacio por la democratización de la participación de la gente en los escenarios de la paz. Espacios que creemos en la coyuntura actual, servirán para abonar las condiciones de la lucha política y social como el camino en la consecución de bienestar para el conjunto de quienes habitamos este país. 

Desafortunadamente, discusiones que considerábamos saldadas al interior de la Red de Lucha Contra el Hambre y la Pobreza, hoy se evidencia, no han sido superadas y mucho tiempo después de haberlas agenciado y de permitir los espacios para su discusión y desarrollo concluyen en el desafortunado comunicado hecho público y conocido por ustedes.

Lamentamos profundamente las molestias e incomodidades que dicho texto haya podido suscitar al interior de la Mesa. De nuestra parte, reiteramos el esfuerzo por construir espacios diferentes para la movilización y participación de todas las colombianas y colombianos que han padecido en mayor o menor grado la guerra y a quienes como signo trágico, se les ha marcado una y otra vez con el infamia de la exclusión histórica de los procesos de negociación emprendidos entre las guerrillas y el establecimiento, en el pasado reciente y en el presente que vive el país.

Exclusión de procesos que sin duda por su presentación y amplia difusión como diálogos y negociaciones para construir la paz, han alimentado la idea (desde el Estado, Medios de comunicación e incluso guerrillas) que a través de ellos se puede construir el bienestar social. No pretendemos enjuiciar estos esfuerzos, pero si reconocemos sus muchos errores y contados aciertos. Hoy con la tranquilidad que nos da la distancia y el tiempo, es posible considerar dos razones principales por las que se han cometido dichos errores, en primer lugar por el síndrome aristócrata de las guerrillas (todo por el pueblo, pero sin el pueblo) y al exceso de la mentalidad del militar en las mismas (pensar que el estar dispuestos a dar la vida por la causa, les da el derecho de imponer al resto de los hombres y mujeres sus racionamientos como justos y por lo tanto verdaderos). En segundo lugar, también son resultado del ocultamiento y negación de parte del Estado y sus medios de comunicación de las raíces múltiples de este conflicto social y político, buscando no dar soluciones reales al mismo, en el cual solo una de sus manifestaciones, ha sido de carácter armado.

Lo que nos convoca a escribir estas palabras es reafirmar nuestro compromiso con el proceso y los propósitos de la Mesa social por la paz. Estamos seguros que si los compañeros aprendieran a leer más allá de su egoísmo, identificarían que, lejos de ser la mesa un “espacio que busca tener incidencia en los diálogos de negociación entre el Gobierno Nacional y la insurgencia de la FARC y el ELN”, la mesa es hoy una entre otras pocas, la oportunidad de otorgar voz a quienes hoy por hoy en las actuales negociaciones no la tienen. De plano sea el momento para decirlo, esperamos que la mesa no se vea permeada por los vicios del trabajo vertical, caudillista, excluyente y caníbal de la viejas izquierdas hacia quienes miran como llegar al mismo horizonte pero de manera diferente.
Desde estas escasas palabras no pretendemos involucrarlos a ustedes, amigas y amigos con quienes nos conocemos hace mucho tiempo en la lucha y por lo tanto también conocen nuestros aciertos y errores, en nuestras discusiones del pasado, las cuales hoy entendemos no están resultas para algunos, a pesar de haber corrido mucha agua bajo el puente desde el momento en que fueron tomadas. Pero si queremos dejar claro que quienes estamos dispuestas y dispuestos a construir en la Mesa social por la paz no hacemos parte de aquellos que mezquina y falsamente se reivindican con grandilocuencias como Coordinación Nacional de la Red, para descalificar o demeritar esta posibilidad de trabajo conjunto y amplio.  

Quienes suscribimos con ustedes somos mujeres y hombres que empujamos este bus desde diferentes regiones del país, en el centro y particularmente en el sur occidente, compañeros y compañeras que en la historia de la RED hemos construido y desarrollado propuesta desde trabajos específicos, como son: género, vivienda, educación, jóvenes, escuela política y una pequeña parte con presencia en lo sindical, todas y todos interesados en sumar nuestros esfuerzos con otr@s que entienden que construir hoy, implica dejar a un lado o hacer el esfuerzo de corazón por no repetir en las practicas los viejos vicios y mañanas de la izquierda tradicional.

A todas y todos, quienes integran la Mesa social por la paz les reiteramos nuestra amplia y solidaria voluntad de construir y si el problema es de nombre, pues quienes firmamos somos la Red de Lucha Contra el Hambre y la Pobreza Sur Occidente. Ya llegará el momento de debatir internamente como saldaremos la presente discusión.

Solidaria y afectuosamente.

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