100 Años de soledad y la masacre de las Bananeras




¨Muchos años después, ese niño había de seguir contando sin que nadie se lo creyera, que había visto al teniente leyendo con una bocina de gramófono el Decreto número 4 del Jefe Civil y Militar de la provincia. Estaba firmado por el general Carlos Cortez Vargas y por su secretario, el mayor Enrique García Isaza y en tres artículos de ochenta palabras declaraba a los huelguistas, una cuadrilla de malhechores y facultaba al ejército para matarlos a bala¨.

>> Leído el decreto, en medio de una ensordecedora rechifla de protesta, un capitán sustituyo al teniente en el techo de la  estación y con la bocina del gramófono hizo señas de que quería hablar. La muchedumbre volvió a guardar silencio.

– Señoras y Señores – dijo el capitán con una voz baja, lenta y un poco cansada-, tienen cinco minutos para retirarse.

>> La rechifla y los gritos redoblados ahogaron el toque de clarín que anuncio el principio del plazo. Nadie se movió.

– Han pasado cinco minutos – dijo el capitán en el mismo tono-. Un minuto más y se hará fuego.–

>> Embriagado por la tensión, por la maravillosa profundidad del silencio y además, convencido de que nada haría mover a aquella muchedumbre pasmada por la fascinación de la muerte, José Arcadio Segundo se empino por encima de las cabezas que tenía en frente y por primera vez en su vida levanto la voz.

– ¡Cabrones! – gritó – Les regalamos el minuto que falta.

>> Al final de su grito ocurrió algo que no le produjo espanto, sino una especie de alucinación. El capitán dio la orden de fuego y catorce nidos de ametralladoras le respondieron en el acto.”

Gabriel García Márquez

La Masacre de las Bananeras ocurrió en la población colombiana de Ciénaga el 6 de diciembre de 1928 cuando un regimiento de las fuerzas armadas de Colombia abrió fuego contra un número indeterminado de manifestantes que protestaban por las pésimas condiciones de trabajo en la United Fruit Company.

El temor anticomunista del gobierno de Miguel Abadía Méndez que veía cerca la amenaza de una revolución obrera terminó demostrándose con la expedición de la ley 69 del 30 de octubre de 1928 que limitaba los derechos de los sindicatos y criminalizaba las exigencias de los trabajadores sobre los propietarios de empresas.

El número de muertos nunca se determinó y sigue siendo motivo de debate. Según la versión oficial del gobierno colombiano del momento sólo fueron Ocho. Hoy en día la United Fruit Company rebautizada como Chiquita Brands, protagonista de golpes de Estado, masacres y apoyo a dictaduras, ha ocasionado al menos 11.000 víctimas en la región del Uraba, a través de su financiación a grupos paramilitares que cuidan sus intereses.

El velo con el que el poder quiso ocultar uno de los mas tristes episodios en la larga historia de las luchas campesinas, termino inmortalizado en la obra de Gabo, quizás nunca sepamos el numero de los muertos a manos de la United Fruit Company y del Ultimo presidente de la hegemonía goda Miguel Abadía Méndez, según un informe para el Departamento de Estado por parte del embajador norteamericano Jefferson Caffery,  las víctimas fatales eran más de mil. Lo que nunca olvidaremos los colombianos son los vagones llenos de muertos que transitaron el realismo mágico de 100 años de soledad como un espectral recordatorio de un país atormentado que hoy  busca la reconciliación.

Por Quinny


Publicar un comentario

0 Comentarios