Si no se hace la paz ahora, ¿para cuándo se va a dejar?



Declaración de principios afines

Los participantes en este compendio, escritores y artistas vinculados al Nadaísmo de vieja data y descreídos hasta la médula de las componendas políticas, manifiestan su respaldo y compromiso con las conversaciones de paz que se adelantan en La Habana entre representantes del Gobierno y de la guerrilla, entidades a cual más desacreditada pero de las únicas que depende pactar la paz, con la decidida mediación de Humberto De la Calle Lombana. Consideran que su misión de denuncias con papel y tintas y cuerdas y en las tablas durante casi todo el tiempo del vergonzoso salvajismo patrio, les permite acoger el proceso como una oportunidad de paz imperdible, merecido destino de una Colombia desfigurada en masacres pasadas y presentes que indignados repudian. Valoran que, aunque no se superen todos los problemas internos de seguridad, pues subsistirán narcotráfico, bandas criminales, delincuencia común y de cuello blanco, más los agazapados y desembozados enemigos de la paz, será una gran conquista que la guerra no declarada se declare al fin cancelada. Concluyen que actuar de otra forma, o no actuar, sería aupar los esfuerzos inaceptables de quienes prefieren la continuación de una guerra impredecible a una paz donde haya razonables concesiones de parte y parte. Ante una crucial circunstancia histórica que los deja sin evasivas, y cuando se ha atizado una guerra sucia contra las posibilidades de paz, expresan con toda su vehemencia a los integrantes de la mesa de conciliación en La Habana: ¡A la mierda con la guerra!

Nadaístas por la paz

Presentación del “Manifiesto Nadaísta por la Paz” y homenajes a Gonzalo Arango y al maestro Fernando González en el cincuentenario de su muerte. El documento está dirigido a Humberto De la Calle Lombana y la Mesa de Paz en La Habana, Cuba, de parte de Pedro Alcántara, Jotamario Arbeláez, Patricia Ariza, Pablus Gallinazo, Armando Romero, Jan Arb, Rafael Vega Jácome, Álvaro Medina, Elmo Valencia y Gonzalo Arango.

Publicar un comentario

0 Comentarios