El Mango, La Defensoría del Pueblo y El Derecho Internacional Humanitario



Ante los recientes hechos sucedidos en el municipio de Argelia, en nuestro departamento del Cauca, el Espacio Regional de Paz del Cauca, se permite manifestar lo siguiente:

1. Lamentamos y rechazamos las expresiones del Defensor Nacional del Pueblo respecto a los habitantes del corregimiento de El Mango, despreocupándose del mandato constitucional de tutelar y defender los derechos humanos, así como de las consecuencias que sus declaraciones públicas puedan tener. No entendemos por qué el Defensor:

a)   Pone en riesgo a una población que, en medio de un escenario de guerra en la que ha sido afectada y victimizada de manera permanente, reacciona buscando el respeto a su carácter comunitario y civil, destino distinto al que actualmente se le ofrece.

b)   Estigmatiza a funcionarios públicos que hayan acompañado a la comunidad para evitar daños a los derechos humanos y evitar posibles situaciones conflictivas, al señalarlos como  posiblemente apoyos o líderes de las reacciones de esta naturaleza por parte de la población.

c)     Ignora alertas tempranas  e informes de riesgo emitidas por la misma Defensoría del Pueblo respecto a la situación del corregimiento de El Mango.

d)   Desconoce principios del Derecho Internacional Humanitario, tales como el de distinción y la no ocupación de sitios protegidos, además de dejar un manto de duda sobre la categoría de civiles a los pobladores del Mango señalándolos como manipulados o instrumentalizados, desconociendo todo el contexto de la guerra en este territorio.  Al conceptuar desde su alto nivel y mandato constitucional que “no puede existir comunidad que no esté acompañando a la fuerza pública”, pretende obligar a los civiles a alinearse con uno de los actores del conflicto armado, lo cual en una zona azotada por la confrontación los coloca como carne de cañón y hace inoperante el principio de distinción, al que hemos hecho alusión.

e)   Solicita al Ministro de Defensa y al Comandante de la Policía para que tomen todas  las medidas y sí es del caso militaricen el corregimiento de El Mango, haciendo caso omiso del DIH  que mandata tomar todas las precauciones para que los ataques no provoquen víctimas en la población civil, así como evitar las acciones defensivas que pongan en peligro a la población y que los civiles sean utilizados como escudos humanos. 
      
2. El Espacio Regional de Paz del Cauca, ha planteado desde su constitución la implementación de diálogos humanitarios desde la población para lograr respeto por parte de los actores armados; en este sentido ha reivindicado que tanto desde la guerrilla como del Estado se respeten el DIH (particularmente el estatus de personas protegidas a los civiles) y los derechos de las organizaciones sociales, las comunidades locales y los pueblos indígenas, afrocolombianos y campesinos.  Entendemos y valoramos la actitud de los pobladores de El Mango, así como hemos valorado la actitud de las comunidades indígenas en su ejercicio de control territorial.

3. Con la militarización de los territorios de nuestro Departamento no se logra la protección ni la garantía de los derechos de las poblaciones como lo comprueban acontecimientos recientes en la Costa Pacífica y en municipios del Norte del Cauca y Tierradentro. No solamente se pone en riesgo a la población por los mal llamados “efectos colaterales del conflicto” sino por acciones focalizadas  de los actores armados contra la población civil: por las mismas fechas en que ocurrían estos hechos en el corregimiento del Mango (Argelia), al otro extremo del Departamento, en la zona de Tierradentro, el ejército asesinaba a un indígena en un retén militar a plena luz del día, queriendo presentarlo como una muerte en combate, pero reconociendo luego que había sido un error. Muertes como esta se presentan de manera cotidiana a lo largo de nuestro Departamento y el País, sin que haya ninguna reacción ni mucho menos denuncia por parte de quienes tienen la función constitucional de velar por los derechos humanos de todos los colombianos y colombianas ni ninguna acción positiva de quienes tienen el mandato de garantizarlos desde los diferentes niveles territoriales del poder ejecutivo del Estado.

4. Como Espacio Regional de Paz hemos exigido, al igual que otras organizaciones sociales y sectores democráticos del País, que haya un cese al fuego bilateral por parte de la guerrilla y el Estado; al igual que en el caso de los habitantes de El Mango, no aceptamos señalamientos como instrumentalizados o presionados por la guerrilla para sustentar esta posición. Los caucanos y caucanas que nos conocen saben de nuestro compromiso con la búsqueda de la paz y nuestra independencia. No se puede aceptar que funcionarios que tienen mandatos como el de Defensor del Pueblo estigmaticen a quienes propugnamos por salidas como esta.

Planteamos el cese bilateral al fuego no solo por la crisis humanitaria que se vive en nuestros territorios y comunidades sino también porque sentimos que el dialogo en medio del conflicto no conducirá a un cese definitivo sino a un escalonamiento del mismo y a un rompimiento de la negociación emprendida, lo cual no es justo con un País que lleva 50 años en conflicto ni con las nuevas generaciones que tendrán que recibir esto, como triste herencia y legado maldito de los que insisten en la guerra. 

Es hora de parar la guerra
Cuenten con nosotros-tras para la paz justa, dialogada y diversa… nunca para la guerra

ESPACIO REGIONAL DE PAZ DEL CAUCA, JUNIO 29 DE 2015

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