Memoria histórica de la protesta social en Colombia



“La historia es hecha por seres humanos de carne y hueso, y entre esos seres aquellos pertenecientes a los sectores populares han desempeñado un papel vital en la transformación del país, con sus sueños, esperanzas, expectativas y contradicciones”. (VEGA CANTOR, 2002)

El conflicto político social y armado en Colombia ha degenerado en la persecución del pensamiento crítico, acallando las voces de protesta del pueblo colombiano que se ha atrevido a soñar con país distinto. Los últimos 50 años han tenido fuertes elementos de represión contra los que han subvertido todos los escenarios de debate y sueñan con avanzar hacia una reconstrucción del tejido social que nos lleve a una paz duradera y con justicia social. Este proceso de persecución, estigmatización y criminalización ha permitido al profesor Renán Vega Cantor[1] desenvolver su labor académica, teniendo como base, la historia en un sentido crítico que debe extenderse hasta una fuerte reflexión sobre la cotidianidad y las rupturas a los que ha llegado el capitalismo contemporáneo.

Su amplio pensamiento marxista se ve reflejado desde sus primeras obras, por ello se ha dedicado a estudiar las reivindicaciones del movimiento social y popular y su constante lucha por alcanzar sus derechos políticos, sociales, económicos y culturales en el continente latinoamericano, viendo como principal problema en la historia reciente, el papel que ejercen los EEUU sobre los pueblos americanos. En ese marco de ideas el Estado colombiano inició contra el profesor una fuerte campaña de persecución, debido a quesus obras han generado fuertes reflexiones sobre la forma de entender el pasado. Entre 2008 y 2012 el profesor vivió una etapa dura de acusaciones que trataban de ligarlo a la insurgencia y buscaban posicionarlo como ideólogo de las guerrillas al interior de los claustros universitarios. Lo anterior le permite abrir un espacio dentro de sus investigaciones para escribir sobre la academia y el pensamiento crítico, ubicando en ella “una postura anticapitalista que desmitifique las falacias de este modo de producción como algo eterno e inmodificable, que asuma una postura a favor de los oprimidos y explotados del mundo y que, hurgando en la memoria de las luchas plebeyas, retome la senda de otra forma de organización social que vaya más allá del capitalismo”. (López Arnal, 2008).

Autores extranjeros ha tomado el trabajo histórico que realiza el profesor para denunciar la constante persecución política que el gobierno colombiano ha emprendido en los últimos años contra la academia crítica del país. Por ejemplo Atilio Borón reconoce el baluarte del pensamiento crítico del profesor colombiano y los aportes que este hace para la consecución de una paz duradera en Colombia.

En el contexto nacional y como víctima del conflicto interno que aquí se vive, el profesor describe a Colombia como “un país profundamente contradictorio donde coexisten… lo peor por la violencia desenfrenada que hemos mencionado, por la represión sádica de las clases dominantes, pero también lo mejor por las formas impresionantes de resistencia de los pobres. La violencia en los últimos 30 años está relacionada con eso, con la importante movilización que ha habido en el campo, en las ciudades, en las universidades” ((GESCAL), 2012) .

Su fuerte compromiso con estudiar la historia de las clases subalternas de Colombia le ha traído grandes acercamientos con el movimiento social y popular colombiano y latinoamericano. En sus obras se ve reflejado la resistencia de las comunidades indígenas, campesinas, sindicales y estudiantiles contra el sistema de elites que opera en el país. Su decisión de luchar contra la clásica forma de escribir la historia se resume en la necesidad de contradecir la historia oficial que se nos querido vender y que se encuentra financiada  desde el Banco de la República y auspiciada internacionalmente por el FMI (Fondo Monetario Internacional), en donde se hace ver a las élites colombianas como las constructoras del país vendiendo el falso ideal del enemigo interno y culpando a la resistencia armada de ser culpable del conflicto colombiano.  

Teniendo como fuente de estudio al movimiento social y popular, el profesor no deja de lado la importancia de construir desde la academia una unidad latinoamericana, por eso hace mucho énfasis en ver las luchas históricas de nuestro continente tratando de recuperar, a través del “reconocimiento de un momento particularmente rico en expresiones de protesta social, la dignidad y la esperanza, como nos Lo mostraron, con sus acciones prácticas, obreros, campesinos, indígenas y mujeres humildes a principios del siglo anterior”. (VEGA CANTOR, 2002)

 Renán Vega no oculta la realidad del país y dentro de su mapa político ha ubicado la dominación de pequeñas oligarquías en el poder como una de las principales problemáticas del país. Por otro lado reconoce también el papel de dominación que ha realizado EEUU al interior de los  pueblos latinoamericanos, a través de sus políticas anticomunistas traducidas en la doctrina Monroe y la vieja concepción de América para los americanos, por eso para él es importante que “Si se quiere proponer otro proyecto de vida, que rompa con la dominación, injusticia y explotación reinante en el mundo, es necesario plantear otro tipo de historia, en la que se incorpore a los vencidos, a las mujeres, a todo el planeta (y no sólo a Europa o los Estados Unidos), a todas las etnias. Esta historiografía tendría, en consecuencia, suma utilidad para afrontar los problemas y retos de nuestro tiempo”. (López Arnal, 2008)  

Como profesor universitario, también ha ubicado las luchas históricas del estudiantado colombiano ayudando a la reconstrucción de su memoria histórica que articule los errores del pasado con un nuevo momento de lucha que lo lleve a la construcción de un nuevo modelo educativo.

El profesor ha sido autor de innumerables obras que ubican desde su pensamiento marxista la construcción del estado colombiano, sin embargo también reconoce que a nivel internacional, están ocurriendo importantes luchas de resistencia y desobediencia civil como ocurren en el medio oriente con el pueblo palestino que busca incansablemente alcanzar la libertad y la autonomía ante el sionismo y dominación imperialista que ejerce Israel y es orquestado a nivel mundial por los EEUU y la Unión Europea.

Sus obras no solo alcanzan para hacer reflexión sobre la necesidad de cambiar el sistema político colombiano, también han funcionado para posicionar sus críticas a nivel nacional. Por ello sus aportes sobre la protesta social, han llegado incluso hasta la mesa de conversaciones de que adelanta en la Habana apostándole a re conciliación nacional a través de la comisión de la verdad, en miras de avanzar hacia la construcción de la paz con justicia social. Esa ha sido su tarea incansable durante los últimos meses, indagando en el pasado para suscitar las reflexiones que ayuden a culminar el proceso de paz y terminen con el conflicto colombiano.
Bibliografía


(GESCAL), G. d. (15 de septiembre de 2012). Colombia desde afuera. Recuperado el 22 de septiembre de 2014, dehttp://colombiadesdeafuera.wordpress.com/2012/09/15/975/
López Arnal, S. (28 de Diciembre de 2008). Kaos en la red. Recuperado el 17 de Septiembre de 2014, de http://old.kaosenlared.net/noticia/entrevista-renan-vega-cantor-escritor-colombiano-ganador-premio-libert
VEGA CANTOR, R. (2002). Gente muy rebelde (Vol. 1, 2, 3, 4). Bogotá, Colombia: Ediciones Pensamiento crítico.
Vega Cantor, R. (2013). ALGUNAS IDEAS SOBRE EL PAPEL DEL HISTORIADOR CRÍTICO. Rebelión, 8.
Vega Cantor, R. (28 de Agosto de 2014). Israel: un estado canalla, nazi y genocida. Rebelión, 2.


[1] Historiador y profesor titulado de la Universidad pedagógica Nacional con doctorado de la universidad de París VIII, además de diplomados en historia de América Latina. Reconocidas condecoraciones de la República Bolivariana de Venezuela, Universidad de Buenos Aires y la Universidad Pedagógica Nacional.

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