UT 20.12: ¿TRANSICIÓN O CONTINUISMO?


|Por Carlos Arturo Gamboa B.|

Los periodos extensos de gobierno siempre fenecen con los mismos síntomas: menoscabo de las participaciones democráticas, construcciones de meta-relatos excluyentes y asfixia institucional. Esos son los síntomas presentes en la Universidad del Tolima tras más de una década de una administración que cayó en la principal trampa del poder, su obnubilación.

A falta de unos claros lineamientos académicos, la Universidad del Tolima ha venido soportando una serie de fenómenos que evidencian su crisis: direccionamiento administrativista por encima de su misión académica, afán por cumplir los indicadores del mercado educativo y apuesta a los simulacros universitarios en boga, -hoy llevados a la guillotina por el movimiento estudiantil-, que han extendido un negro manto de dudas sobre la razón de ser de la única universidad pública en 24 mil kilómetros a la redonda.

El desafío ahora es romper con esa lógica, es devolverle a la Universidad su dignidad de Alma Mater, es desatar el nudo gordiano de la politiquería que permeó su esencia, es levantar el rostro y divisar la ruta de su razón de ser. El problema central consiste en cómo desenterrar las raíces, porque es simbólico que la cabeza de la administración ya no esté, pero las malezas plantadas durante años siguen vigentes, están enraizadas en los estamentos profesorales amañados con el “nada cambia”, en los funcionarios adormilados por la prebenda, en los estudiantes cooptados con pequeñas dádivas, en los escépticos del “importaculismo” del siglo.

Pero también están muchos a la expectativa: los docentes comprometidos con el saber, los que hacen de la cultura resistencia, los funcionarios honestos que cada día ejercen su labor con dignidad, los estudiantes inquietos que no se acomodan al vaivén de las olas burocráticas, aquelloEnlaces que no son indiferentes porque piensan, discuten, sueñan… Con ellos toca unir voluntades para devolverle a la Universidad del Tolima un espacio en el escenario de los sueños de transformación social. No será fácil, romper el ciclo de acomodamiento y mezquindad es necesario, y son muchos que anquilosados al poder clamarán porque la sombra de su pastor no los desampare. El reto está en poder tejer el hilo de la transición de una institución mercantilizada y tecnocrática hacia esa Universidad Pública que deseamos, si estas rupturas no se gestan estaremos entonces condenados a la extensa noche del continuismo.

Ibagué, enero 26, 2012

Fuente:
http://tutorcarlosgamboa.blogspot.com/2012/01/ut-2012-transicion-o-continuismo.html

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1 Comentarios

Anónimo dijo…
¿Pregunta? El hecho que Hector Villarraga haya sido nombrado como vicerrector académico no es un acto mas de corrupción; me late que este señor se va pensionar con sueldo de rector. ¿Quien pagara esta pensión? si señores la pagaremos todos. sigamos festejando la corrupción y los favores políticos.