Secretarias de Salud ¿Cuál es su función?

| Por Armando Lagos Bruce |

Colombia, un país al que muchos mal llaman "en vía de desarrollo" y al que a mi me gusta llamar "País con desarrollo atascado", digo mal llaman; porque Colombia jamás estará desarrollado a la altura de otros países que realmente si están en "vía de desarrollo", la corrupción, la mentalidad, el pensamiento teológico, la pereza, los gobiernos extranjeros y hasta nuestro propio gobierno, trabajan para que este país no salga adelante, no logre desarrollarse como un país industrializado. Por eso, entre otras cosas, Colombia tiene el precio en gasolina más caro en toda América; para evitar que se haga industria, incluso los Estados Unidos ven a Colombia como un país meramente agrícola; somos para ellos productores de insumos agrícolas, no somos un país industrial ni lo seremos. Esos exagerados costos de gasolina también mantienen alejados de nuestro país a empresas internacionales que bien quisieran sentar fábricas en este lugar pero que significaría aumentos enormes en los costos de producción, por eso, muchas empresas extranjeras prefieren abrir fábricas en países como Brasil por ejemplo. Las únicas empresas extranjeras que vienen a Colombia a participar de la tajada son las de servicios públicos, ahí si hay campo de acción, si hay platica, si hay negocio, si hay renta. Sobra decir que el gobierno no hace nada al respecto, de todos modos somos un huevito de la gallina de arriba, así que ir en contra de la corriente sería arriesgado y más en la condición de hambre, pobreza y desigualdad social que vive este país desde hace muchos años y que no parece que valla a mejorar.

Un aspecto curioso e irónico y el motivo central de este escrito, es como pareciera que el estado Colombiano no solo no quiere que Colombia crezca industrialmente, sino que evita que a nivel personal los profesionales de bien que están haciendo un esfuerzo enorme en montar su propia empresa o su negocio logren llevar a buen termino su cometido. Me refiero en especifico al ministerio de la protección social y las secretarias de salud departamentales, municipales y distritales y su persecución sistemática y organizada contra los consultorios odontológicos y contra los odontólogos que intentan abrir y crear su negocio para no depender de los negreros y desgraciados propietarios de las clínicas masivas de odontología que explotan y esclavizan a los profesionales en Colombia.

La situación de la odontología en Colombia es patética, la explotación de la odontología y de los profesionales de odontología en Colombia, y el como las clínicas odontológicas se han convertido en un carcinoma que han hecho metástasis a todos los nódulos linfáticos de la nación destruyendo la profesión, convirtiendo a los odontólogos en mercaderes de malas sonrisas, en comerciantes inescrupulosos, alejándonos de la profesión y acercándonos mas al mercantilismo, a las practicas antiéticas y al tiempo condenándonos a la esclavitud y a la competencia desmedida por comisión de ventas. Bien sabido que el único trabajo medianamente bien remunerado para los profesionales de la odontología es en las IPS u hospitales del estado, pero que para ingresar a estas instituciones se necesita de la palanca o padrino político que le asegure su ingreso; pero su permanencia en la institución dependerá del político de turno, así que la estabilidad es mínima y el riesgo de perder el empleo es grande. La única opción que nos queda a los profesionales odontólogos que tenemos como pilares de nuestra formación la ética y el bienestar del paciente por encima de nuestros propios intereses comerciales y/o monetarios, es abrir nuestro propio consultorio.

Todos saben (y si no deberían de saber), que ser su propio jefe no tiene precio, es lo mejor que una persona puede hacer independiente de si es o no un profesional. No depender de horarios, imposiciones, el genio variable del jefe, la hipocresía, chismes y corrillos, empleados que quieren pisotearnos, humillaciones, auxiliares que se creen odontologas, seguir ordenes, entre otras decenas de cosas, es lo que inspira junto con el deseo de crecimiento y superación personal, a abrir su propio negocio.

Pero cuando has invertido una buena cantidad de dinero en la adquisición, adecuación y montaje de tu consultorio, llega la secretaria de salud (independiente de cual sea) a verificar las condiciones de tu consultorio y saber si cumplen con las mínimas normas de calidad para la prestación del servicio y poder habilitarte en consultorio; te ponen todas las trabas habidas y por haber, te hacen desarmar y armas, destruir y construir, bote y vuelva y compre, te hacen perder todo el tiempo que ellos quieran, sin nombrar la cantidad de plata que pierdes por que a los verificadores se les da la gana. Si compraste un piso para tu consultorio que te costo 2.000.000 de pesos, pero al verificador no le gusto el color, tienes que mandar a quitarlo y poner el que al señor (a) se le vino en gana. Se supone que existen unas normas técnicas que son ya parte de la ley (decretos reglamentarios) donde se estipula como deben de ser cada una de los elementos del que esta compuesto un consultorio, no debería de prestarse para confusión, ya que estas normas deben de ser leídas y seguidas por quien monta el consultorio, y efectivamente así lo hace la mayoría, pero como existen varios grupos de personas encargadas de la verificación y la habilitación de los consultorios en cada ciudad y cada municipio, cada persona interpreta las leyes y las características técnicas como se les da la gana y por lo general lo hacen de diversas formas, tantas formas de interpretar como grupos de verificadores hay. Si en la primera visita un equipo verificador te dicen: "ese mesón esta mal hecho, debe de derribarlo y hacerlo de "X" manera conforme a la ley", pues no hay más remedio que derribarlo y volver a pagar mano de obra y materiales para hacer un mesón como se le dio la gana al primer verificador. Pero como después de la primera visita se realiza una segunda para ver que se cambio lo que según ellos se debería haber cambiado, en esta segunda visita no siempre le corresponde al mismo grupo verificador, así que este nuevo personaje te hace cambiar el mesón porque según su interpretación personal de las normas técnicas: esta mal hecho. Así te la puedes pasar meses (conozco varios casos) tumbe y arme, compre y compre cosas que a uno le gusta y a otro no le gusta. Y toda esta pendejada se ve acompañada de la pésima actitud de estos funcionarios, quienes parecieran dictadores, egolatras, gente que no sabe lo que habla, pero que juran tener las razón que dios; son groseros, altaneros, imponentes, autoritarios, déspotas, son como los "chupas" intransigentes de la secretaria de salud, como policías mala clase, en fin, la peor de las pesadillas es un sueño hermoso comparado con tener que lidiar con esta gente y su indecisión absurda y variable, pero es ley, es norma y toca pasar por este proceso. Claro que si eres amigo, compinche, comadre o amigo político o con alguna prebenda por debajo de la mesa, pues todo esto es muy sencillo obviarlo o hacerlo un paseo, igual estamos en Colombia; el país donde las leyes se aplican para todos menos para quien las pueda comprar. Esto es ridículo, es una vulgaridad, es grotesco que a quienes intentan trabajar de manera honesta, el mismo estado los ponga contra la pared por medio de instrumentos mal diseñados y de personas no idóneas, mal preparadas o con criterios mal definidos o sin unificar y aun así desempeñan estas funciones y ¡ les pagan por eso !

Todas estas exigencias y presiones que el estado realiza por medio de las secretarias de salud para, según ellos: "garantizar una correcta prestación de los servicios odontologicos en los consultorios colombianos", contrasta ampliamente con lo que ellos si deberían estar haciendo: controlando y verificando a quienes viven del engaño, la ilegalidad y el detrimento de la salud oral de los colombianos, y que por el contrario parece que favorecieran y permitieran; me refiero al ejercicio ilegal de la odontología y a las "clínicas odontológicas metastasicas". Por un lado existen los que denominamos Teguas o Empíricos que pueden o no, ser técnicos dentales; estas son personas que nunca han pisado una universidad o que no están capacitados ni autorizados para poner ni el ojo ni la mano dentro de la boca de los pacientes o que estudiaron carreras tecnológicas y en ningún momento deben de invadir el campo de acción de la odontología porque suponen un peligro para la salud de los pacientes, daños en la estética y funcionalidad e incluso, en algunos casos pueden comprometer hasta la vida de los pacientes. los Teguas o empíricos aprendieron un oficio sin conocer el sustento científico ni biológico de lo que hacen por lo cual su relación con el trabajo es como si fueran latoneros o soldadores; es decir hacen las cosas de manera mecánica y no tienen en cuenta los diversos efectos adversos que se podrían generar y como tratar dichos efectos. Los laboratoristas por su parte tienen una función muy especifica, limitada y muy clara: confeccionar las prótesis dentales y demás elementos orales según las indicaciones y ordenes que le imparte el Odontólogo; ellos en ningún momento pueden, diagnosticar, formular, atender, ni interactuar con los pacientes, no están capacitados ni autorizados para hacerlo, su practica y su ejercicio están reglamentados, y la violación constituye un delito, se considera en Colombia como "Práctica ilegal del ejercicio de la odontología en Colombia". Las diversas secretarias de salud de Colombia conocen estos casos, conocen a estas personas, han recibido denuncias de los múltiples pacientes a los que se les ha ocasionado molestias, engaños y estafas por promesas de tratamientos fallidos, perdida de la estética y la función, daños a tejidos de soporte, mala calidad de los trabajos, imposibilidad de dar una garantía distinta a la devolución del dinero (a medias), entre otras cosas, y la secretarias de salud no hacen nada al respecto, estas personas siguen estafando impunemente a los pacientes con promesas en resultados de tratamientos que no pueden cumplir por su limitado conocimiento técnico.

Por otro lado también estas aquellas clínicas inescrupulosas que aunque logran cumplir con los requisitos de la secretaria de salud (algunas, no todas lo hacen y laboran ilegalmente), esos estándares de calidad por los cuales jode tanto las secretaria, solo se quedan en el papel y mientras se realiza la visita, el resto del tiempo las normas y leyes se las pasan por la galleta, son burladas, distorsionadas y manipuladas, se olvida la calidad, las normas, la ética y hasta la bioseguridad. Aclaro que obviamente no me estoy refiriendo a todas las clínicas, algunas pocas realmente respetan la ley y cumplen con las normas de calidad establecidas, pero debería de existir un seguimiento, auditoria y control más profundo y continuo, porque colombiano que se respete viola la ley cada vez que ve la oportunidad; esta en nuestra sangre, en nuestra raza.

Este es un llamado múltiple: a los diversos secretarios de salud a nivel nacional para que tomen conciencia que la persecución a los odontólogos independientes y sus consultorios no constituye el aseguramiento de la calidad en la prestación del servicio, que la mala actitud de sus funcionarios verificadores no funciona sino para crear mal ambiente y mala imagen de ustedes como personas, como profesionales y como institución del estado, también para que ejerzan más control y un eficaz cierre de esos establecimientos de Teguas, empíricos y laboratoristas que están causando un detrimento en la salud de los colombianos en sus propias narices y que su actuar a resultado rotundamente ineficiente contra ellos y por el contrario estas personas se ríen en sus caras al ver como la ilegalidad y la delincuencia si pagan en Colombia.

También hago un llamado a los pacientes para que no se dejen engañar, cuando necesiten de un tratamiento odontológico vallan a un consultorio reconocido de su ciudad, donde usted pueda apreciar el diploma del profesional, este diploma lo acredita como capacitado y lo autoriza para prestar un servicio odontológico, nunca esta de más pedirle a quien lo atiende que le muestre su tarjeta profesional, (el Odontólogo no tiene porque negarse o disgustarse), este documento indica que la secretaria de salud de su departamento lo reconoce como Odontólogo y lo autoriza a prestar su servicio. En Ibagué (mi pueblo natal), como Bogotá (ciudad de residencia) y todo Colombia esta plagado de estos Teguas, empíricos y laboratoristas que buscan quitarle su platica y no le podrán garantizar resultados, es cierto que ellos tienen derecho a trabajar por constitución, pero no tienen derecho a ejercer de manera ilegal una profesión para la que no están capacitados así digan que tienen 80 años de experiencia cubetiando pacientes y tampoco tienen derecho de poner en riesgo su dinero, su salud y su vida.

Contactos:
armandolagos.blogspot.com

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1 Comentarios

Anónimo dijo…
Sr. Armando.

Sin conocimiento de causa y con carácter egoista bienes subrayando cosas que no conoces.

Lo importante es que el hombre esta sujeto al condicionamiento y al aprendizaje y usted es uno de ellos.

Si usted explorara un poco más lo que es la ciencia se daria de cuenta que la academia no es más sino una copilación de experiencias que han recogido haciendo de ellas un negocio formal. Solo eso.

Conozco muy buenos dentistas al igual que odontologos universitarios. Si usted ve adiario los grandes cientificos también se equivocan.

Me agradaria que estudiaras un poco lo que es la praxis, el legado de Jesús en nuestro planeta.La clonación.

Veo con notable preocupación que usted no es sino un recentido un fracasado más en este mundo, un egoista sin conocimiento de causa, que caminas por ver caminar.

Observa que esta sucediendo a tu alrededor, por ejmplo la industrializacion que bueno hay en ella pero también estudia sus efectos, la tecnólogia,etc,,etc.

Estudia pero no hagas de tu estudio un negocio.

Por último sabes se debe admirar a las personas que dejan huella que enseñan que piensan en sus semejantes no en aquellos que se enrriquecen a costas de la ciencia.

Toma como ejmplo el legado que nos dejo Jesús nuestro maestro.

Bien, para despedirme eres uno más de este mundo creo que nos has dejado más sino destrucción y dolor en tu conciencia. Reflexiona niño.