Primera condena al escuadrón móvil (ESMAD) de la policía Nacional Colombiana, abriendo camino a la justicia

Cada vez son mas los ciudadanos agredidos por esta fuerza policial creada en el año 99 cuando gobernaba Pastrana, en el marco del Paro Cívico Nacional de ese año, y desde esa época al día de hoy, el escuadrón móvil antidisturbios (ESMAD), de la policía, se ha constituido como podrá inferirse, en un criminal escuadrón con un gran récord de agresiones y asesinatos, caído como anillo al dedo a la política de la seguridad democrática y que le agrega mas elementos históricos a una policía con una negra historia. Conocida como la Popol (policía política), en el gobierno de Laureano Gómez por el año 52, se dedicó a perseguir, asesinar, desplazar y despojar liberales y hasta conservadores; había heredado la criminal forma del despojo desde los Chulavitas en el gobierno de Ospina, por mandato de Laureano, al servicio de sectores de la iglesia y de la godarria en la época conocida como “la violencia”. 47 años después son tozudos los hechos que demuestran como estos servidores públicos, que no son tales, le sirven a hacer respetar la “iniciativa privada”, para lo que se valen de armas no convencionales, identificación no visible, capuchas para encubrir su rostro, y la mentira para negar lo que hacen. Esta primera condena contra el ESMAD podría convertirse en un elemento fundamental en el esclarecimiento de algunos de sus crímenes y agresiones y ser una primera luz para que en las luchas sociales y populares brille la justicia. El testimonio de un ex-miembro arrepentido de este siniestro terrorista escuadrón, sirve de refuerzo a este artículo que puede observarse en la siguiente dirección:

http://www.youtube.com/watch?v=pwEIyDoFuak&feature=player_embedded

La historia de Colombia, ha sido como la de muchos Países Latinoamericanos, salpicada de agresión, despojo, esclavitud y sangre desde la llegada de los españoles, en lo que se ha conocido como la conquista; posteriormente fuimos signados por el cuchillo feudal del colonialismo y siempre el conflicto y las guerras han estado presentes en nuestro sino. Hoy, el modelo capitalista que ha evolucionado, bajo el rostro del Neo-liberalismo, se propone una nueva conquista que les permita continuar con el despojo; nuevas formas de esclavitud se nos incrustan a lo largo y ancho de nuestra geografía y ya no sólo vienen por las riquezas naturales, ahora es mercancía robable la salud, la educación, lo público, la semilla y hasta nuestra molienda, que a lo largo de siglos ha permitido a nuestros campesinos sostener a sus hijitos, en las épocas mas aciagas, aunque sea con aguadepanela. Pero estas perversiones requieren de actores armados que pongan orden cuando las comunidades pretendan reaccionar frente a lo que amenaza su vida. Sobre estos actores armados siempre se ha sustentado el estado; un estado que históricamente ha sido para los de ruana, que hace leyes para protegerse, que construye cárceles para los de abajo, que tiene organismos represores para defenderse e imponer su dominio a sangre y fuego. Organismos policiales y de ejercito, columna vertebral sobre la que descansa el horroroso sistema de injusticia llamado capitalismo.

Con todo este acumulado histórico, la fuerza policial, conformada en su gran mayoría por hombres y mujeres del pueblo, están colocados al servicio de los detentadores del poder; solo para hablar del Escuadrón Móvil Antidisturbios y de los Antimotines, juntos parte integrante de la Policía Nacional, en su haber entre muchas de sus extralimitaciones y agresiones podríamos señalar que en el mes de junio del 2004 durante una marcha contra el TLC en la ciudad de Cartagena, los antimotines golpearon a un fotógrafo y a un periodista del Universal; a un reportero gráfico del Heraldo y a dos camarógrafos de CM&, inclusive, algunos congresistas que participaban en la marcha también recibieron maltratos.

Por el mismo año 2004, en el mes de octubre el ESMAD, en el campus de la Universidad Nacional, hiere a varios manifestantes y lesiona gravemente en sus órganos vitales a una joven estudiante, que por la agresión pierde un ojo. El 06 de abril del 2005, el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) agrede al estudiante de la Universidad Distrital de Bogotá Francisco José de Caldas y estudiante de licenciatura en ciencias sociales, sede Macarena “A”, Aiden José Salgado Cassiani causándole graves heridas en su rostro al dispararle con una escopeta de perdigones o balas de goma.

En el marco del día del trabajo del año 2005 el ESMAD le propina un violento bolillazo en la cabeza al joven de quince años Nicolás David Neira Alvarez y estudiante de bachillerato, en el piso continúan golpeándolo hasta que el niño queda inmóvil. Luego del hecho, se taparon el rostro con pasamontañas tratando de no ser identificados. Cinco días después, Nicolás David Neira muere por trauma craneoencefálico producto de la golpiza recibida.

Respondiendo a una decidida política represiva contra la protesta popular que se defiende de las políticas de las transnacionales, esta vez contra los indígenas, el 10 de septiembre del 2005 en el marco de la minga Embera contra el TLC es asesinado el indígena Chamí Marcos Soto y en el mes de diciembre del 2004 ya había sido asesinado el joven indígena de 16 años Belisario Camallo Guetoto en la hacienda el Japio en el Departamento del Cauca.

Una vez más el movimiento estudiantil ve correr su sangre, esta vez en la ciudad de Cali en la Universidad del Valle, a manos de este cuerpo policial que dice defender la vida y honra de los ciudadanos; esta vez le corresponde el macabro turno, el 22 de septiembre del 2005 al joven estudiante de química de 21 años Jhony Silva Aranguren.

El 8 de marzo del año 2006 es asesinado por parte del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) en la Universidad Nacional de Colombia, en desarrollo de un homenaje al día internacional de la mujer por parte del movimiento estudiantil y a la vez como protesta contra las políticas que lesionara la educación por parte del TLC, el joven de 20 años, estudiante de la Universidad Distrital de Bogotá y comunicador de la emisora comunitaria Café 93.5 FM del Líbano Tolima, Oscar Leonardo Salas Angel. Frente a este hecho los grandes medios lo pretendieron presentar como un simple incidente entre estudiantes, sentando partido, como siempre ha sido, del lado de estos organismos represivos. El testimonio de uno de los estudiantes participante de las protestas le contó a este medio, en su momento: “nos encontrábamos un grupo de estudiantes, entre quienes estaba Oscar, sobre el puente peatonal, por la entrada de la calle 45; escuchamos sobre el puente fuertes sonidos de impactos de algo que llegaba con mucha fuerza pero que no lográbamos identificar, disparado desde el lado del ESMAD; Entonces vimos caer a Oscar”.

Una bola de cristal fue hallada en el cerebro de Oscar Leonardo; el diagnostico de medicina legal señaló que el proyectil le entró por el ojo izquierdo y le afectó los dos hemisferios del cerebro. Oscar Leonardo Salas Angel murió en la madrugada del 10 de marzo después de sufrir muerte cerebral y un paro cardio-respiratorio, producto de una bola de cristal disparada, como todo parece indicar y como lo corrobora el testimonio del exagente del ESMAD y que indicamos al principio de esta nota.

UN JUEZ DE BOGOTÁ CONDENA POR PRIMERA VEZ AL ESMAD

En este amplio récord de agresiones y de asesinatos por parte de la Policía Nacional, que desde lejanas épocas los coloca como fieles servidores del imperio y de sus políticas saqueadoras y expoliadoras, la constante siempre ha sido la impunidad y la injusticia; sin embargo, en lo que podría considerarse una pequeña luz en el camino de la justicia, el 16 de marzo de 2010, el Juzgado 37 Administrativo del Circuito Judicial de Bogotá, dentro del proceso 2007-00087-00, profirió sentencia en la que declaró patrimonialmente responsable a la Nación – Policía Nacional, por las lesiones personales causadas a la víctima, AIDEN JOSE SALGADO CASSIANI, ya que las pruebas recaudadas y la existencia de evidencia circunstanciales establecieron que en los hechos del 6 de abril de 2005, en la sede Macarena de la Universidad Distrital de Bogotá, agentes del ESMAD respondieron a la protesta estudiantil “con gases lacrimógenos, lanza gases (truflay), tanquetas de agua, granadas de aturdimiento, granadas de gas de mano, spray de gas pimienta, extintores y también escopetas de Mosverg que disparan cartuchos de goma, aunque este último medio de ataque no haya sido admitido por los declarantes ni dentro del proceso disciplinario ni dentro del proceso penal, pero de todas maneras conducen a la inferencia de que las lesiones las produjo el grupo policial en desarrollo de un deber legal que produjo perjuicios al demandante y que cabe dentro de la teoría del riesgo excepcional en el ejercicio de actividades peligrosas”.

Los miembros del ESMAD –quienes no portaban identificación visible- extralimitaron sus funciones e ingresaron al campus universitario agrediendo indiscriminadamente a estudiantes, docentes y trabajadores, contra quienes lanzaron gases lacrimógenos y bolas de goma o perdigones. Pese a que Aiden José, no participaba de la protesta como muchos otros, cerca de la 1:20 p.m. de ese día mientras Salgado Cassiani intentaba abandonar el lugar para proteger su integridad física, fue interceptado por miembros del ESMAD encapuchados, y uno de estos agentes le disparó con una escopeta de perdigones a la cara, desde una distancia de tres metros, causándole lesiones en la parte inferior de cada uno de sus ojos, donde se le incrustaron seis perdigones; por estos hechos se iniciaron investigaciones penal y disciplinaria, pero en procura de impunidad fueron archivadas, por lo que Cassiani presentó una demanda Administrativa de Reparación directa ante los jueces administrativos del Circuito Judicial de Bogotá.

Aiden José, había presentado denuncia penal ante la fiscalía general de la Nación, por tentativa de homicidio y extralimitación de la fuerza ya que el 19 de abril había sido valorado por un perito de medicina legal quien conceptuó que Salgado presentaba cicatriz ostensible de 1,5 cm en región infraorbitaria izquierda y cicatriz ostensible en región malar derecha, determinando incapacidad medico legal definitiva de 14 días, con secuelas consistentes en deformidad física que afecta el rostro. Si uno de estos perdigones le hubiese entrado por uno de sus ojos, Aiden José Salgado, estaría engrosando la lista de asesinados por el “glorioso Escuadrón Móvil Antidisturbios ESMAD”.

Pese a que en primer momento una de las Organizaciones Defensoras de Derechos Humanos del País, estuvo al tanto haciendo seguimiento y acompañamiento al caso, logrando que este no fuese enviado a la justicia penal militar, afectando la neutralidad e imparcialidad de la investigación, finalmente desistió, por lo que Cassiani recurrió a un abogado litigante, que logra finalmente esta condena, que aunque irrisoria, puede servirle a tantos otros casos que duermen el sueño eterno de la impunidad y permitiendo el rostro de injusticia de nuestro sistema jurídico Colombiano.

Por: Luis Alberto Castaño – Bogotá D.C


Publicar un comentario

0 Comentarios